Curso e-Druida

Ana García Robles

Las muertes y lesiones por accidentes de tráfico constituyen un grave problema de salud pública y elevados costes económicos. Aunque existen diversos factores implicados en el origen de los accidentes, el consumo de medicamentos está adquiriendo cada vez más importancia y es necesario que tanto los ciudadanos como profesionales sanitarios se conciencien de los efectos negativos que algunos medicamentos pueden tener sobre la conducción.

En los países de la Unión Europea, se estima que en torno al 10% de los conductores circulan bajo la influencia de medicamentos, multiplicando por dos el riesgo de accidente. En nuestro país, según datos del Instituto Nacional de Estadística, aproximadamente un 17% de los conductores utilizan medicamentos de forma crónica.

¿Cómo afectan los medicamentos a la conducción?

Los medicamentos, incluso los que no precisan receta médica, pueden afectar a la conducción de tres maneras:

• Por sus efectos terapéuticos
• Por sus efectos secundarios propios
• Por posibles efectos adversos si se combina con otro tipo de medicamentos o sustancias (es lo que se conoce como interacciones).

Entre los efectos más importantes están: la somnolencia, la dificultad de concentración,  los cambios de comportamiento, las alteraciones sensoriales, la reducción de los reflejos y aumento del tiempo de reacción y la pérdida de coordinación y equilibrio. 

Hay que resaltar que la relación medicamentos-conducción no siempre es negativa, ya que el medicamento en cuestión puede controlar una enfermedad y mejorar la capacidad de conducción. Por ejemplo los fármacos antimigrañosos previenen ataques de migrañas que pueden ser invalidantes para el conductor.

¿Cuáles pueden afectar a la conducción?

Entre los medicamentos que pueden disminuir la capacidad para conducir cabe destacar los que se utilizan para tratar los trastornos del sueño, la ansiedad, la psicosis, la depresión, la epilepsia, el Párkinson, el dolor, las migrañas, la demencia, las alergias, la gripe y el catarro. Entre estos se encuentran algunas familias de medicamentos como: benzodiazepinas, analgésicos opioides, antiepilépticos, hipnóticos, sedantes, antidepresivos y antihistamínicos de primera generación.

Es importante resaltar que los medicamentos no afectan de igual manera a las personas, incluso a la misma persona puede afectar de forma diferente según el momento.

En la tabla siguiente se resume los fármacos cuyos efectos sobre la conducción son más importantes:

¿Cómo identificamos los medicamentos que afectan a la conducción?

En España, desde el año 2007 se exige que todos los medicamentos que afecten a la capacidad para conducir o manejar maquinaria deben incorporar en su etiquetado o cartonaje un pictograma específico junto con la leyenda «Conducción: ver prospecto».

 

Es importante destacar que este pictograma no prohíbe la conducción sino que su objetivo es llamar la atención del paciente para que lea las advertencias de los efectos sobre la conducción que aparecen en el prospecto en el apartado “Conducción y uso de máquinas”.

Para evitar el mal uso del pictograma, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) se encargó de revisar uno por uno todos los medicamentos disponibles en España, valorando si el principio activo del fármaco tenía estudios específicos sobre la capacidad de conducción y también la frecuencia de aparición de reacciones adversas relacionadas con la conducción y utilización de maquinaria.

Cada vez que se autoriza un medicamento con un principio activo nuevo, la AEMPS revisa toda la información referente a la conducción para decidir la inclusión o no del pictograma en el cartonaje. Esto hace que los listados que incluyen los principios activos se vayan actualizando periódicamente para incluir toda la información nueva. Como ejemplo de la cantidad de fármacos que pueden afectar a la conducción, a finales de enero de 2016, hasta un 20% de los principios activos disponibles en nuestro país debían incorporar el pictograma en su cartonaje.

En la página web de la AEMPS se encuentran los listados que incluyen todos los principios activos que llevan el pictograma en el cartonaje por si necesitáis consultarlo.

 

Algunas recomendaciones generales

1. Siempre que comience a tomar un nuevo medicamento, aunque sea sin receta, incluidos los medicamentos u otros productos a base de plantas medicinales, pregunte a su profesional sanitario sobre los riesgos de conducir durante el tratamiento y consulte el prospecto.
2. En la medida de lo posible, evitar conducir al inicio de un tratamiento que potencialmente pueda disminuir reflejos o capacidad visual.
3. Tener especial precaución a la hora de la administración conjunta de varios medicamentos, ante la posibilidad de interacciones entre ellos.
4. En cualquier caso, no se debe consumir alcohol si se va a coger el coche. Además si se están tomando ciertos medicamentos, puede potenciar sus efectos adversos haciéndolos más peligrosos aún.
5. Mucha precaución en personas de edad avanzada ya que la eliminación del organismo de algunos de los fármacos se encuentra disminuida y se puede acumular, provocando mayor intensidad de los efectos.
6. Si tiene que conducir de forma habitual, indíquelo siempre al profesional sanitario para que pueda valorar la posibilidad de encontrar el medicamento que menos influya sobre la capacidad de conducción.
7. En caso de duda, consulte a su profesional sanitario.

 

¿Qué hemos aprendido?

1. Los medicamentos pueden afectar a la conducción por sus efectos terapéuticos, sus efectos adversos o sus interacciones.
2. El pictograma en el cartonaje nos ayuda a identificar aquellos medicamentos que se relacionan con la alteración de la capacidad de conducción.
3. Los medicamentos no tienen el mismo efecto en todas las personas.
4. En la medida de lo posible, evitar conducir al inicio de un tratamiento que potencialmente pueda afectar a la conducción.