Curso e-Druida

SABER DE FARMA

Fórmulas magistrales y preparados oficinales

Alejandra Ferrada Gascó

 

 

Empecemos por el principio. Todos hemos escuchado alguna vez que en la farmacia no sólo se dispensa medicamentos y productos sanitarios, sino que también se elaboran fórmulas magistrales y preparados oficinales. Pero siempre nos podemos quedar con la misma duda,  ¿qué son exactamente estas fórmulas magistrales y preparados oficinales?

 

Fórmula magistral (FM)

Pensemos en los diferentes tipos de pacientes (niños, ancianos, pacientes con enfermedades raras, etc.) cada uno con unas características muy diferentes pero con la misma necesidad de tomar medicamentos que se adapten a ellos. Por ejemplo, un niño no tiene el mismo peso ni la misma constitución que un adulto y no todos los medicamentos están comercializados para su administración en pediatría. En este contexto se desarrollan las formulas magistrales, para cubrir las necesidades de medicamentos que no están comercializados por la industria farmacéutica.

Siguiendo con nuestro ejemplo, se trataría de que un niño con una prescripción médica pueda recibir el medicamento que está indicado para su enfermedad, a la dosis óptima y en la forma farmacéutica idónea. 

Por otro lado, la elaboración de una fórmula magistral no consiste en machacar un comprimido y mezclar con un poco de agua. Se trata de una disciplina científica en la que se requieren muchos estudios de calidad para asegurar que un preparado reúne unas condiciones de calidad óptimas. Es por ello, que todas las FM deben ser preparadas o supervisadas por un farmacéutico. Además, siempre se requiere una receta médica para la elaboración y cada una de las fórmulas se elabora para un paciente concreto.

 

 

Preparado oficinal (PO)

Pensemos en este caso en cuando utilizamos en nuestras casas un libro de recetas de cocina para preparar platos siguiendo unos pasos establecidos. En las farmacias existe un libro similar, salvando las distancias, al que llamamos Formulario Nacional. En este formulario es posible encontrar multitud de “recetas”, donde, si se siguen los pasos, es posible elaborar una gran variedad de preparados. Éstos preparados oficinales, a diferencia de las fórmulas magistrales, suelen elaborarse en mayor cantidad y se suelen almacenar como stock. Así, las farmacias se pueden anticipar a la demanda de los pacientes. Por otro lado, dependiendo del principio activo que contengan pueden requerir de receta médica o no.

Sin embargo, al igual que ocurría con las fórmulas magistrales deben ser preparados o supervisados siempre por un farmacéutico para garantizar su calidad.

 

 

Fórmula magistral tipificada

Por último, conocemos como fórmula magistral tipificada a aquella fórmula magistral recogida en el Formulario Nacional, debido a su frecuente uso y a su utilidad.

Debemos tener presente que estas tres elaboraciones son MEDICAMENTOS y solo pueden ser dispensados por una oficina de farmacia o un servicio de farmacia de hospital.

 

¿Por qué se necesitan FM y PO?

Como ya hemos comentado, las fórmulas magistrales y los preparados oficinales se elaboran cuando existen diferentes situaciones especiales en las que el mejor tratamiento no está disponible. Pero ¿en qué situaciones concretas no se da la posibilidad de disponer de un determinado medicamento sino que deben elaborarse estas fórmulas?

 

 

Por tanto, debido a estas limitaciones y las diferentes características de los pacientes es necesaria la elaboración de FM y PO.  

 

¿Quién las puede hacer fórmulas y preparados?

Las fórmulas magistrales y los preparados oficinales solo pueden ser elaborados por un farmacéutico o por un técnico especializado y cualificado bajo la supervisión de un farmacéutico.

Se pueden elaborar tanto en servicios de farmacia como en oficinas de farmacia legalmente establecidas. De acuerdo con la legislación vigente, es el farmacéutico quien tiene la responsabilidad sobre las preparaciones que se realicen en su oficina de farmacia o en los servicios de farmacia de hospital a su cargo.

 

Proceso de elaboración

Como hemos comentado, elaborar una fórmula o un preparado no es algo sencillo, requiere muchos pasos y diferentes procesos. Por ello, los farmacéuticos siempre debemos seguir una guía de elaboración donde tenemos de manera detallada toda la información necesaria para la elaboración. Esta hoja, además de los pasos a seguir para preparar la FM o PO, deberá contener otro tipo de información como por ejemplo fecha de elaboración y caducidad, número de registro y la aceptación o rechazo de la fórmula por parte del farmacéutico.

Pero si de verdad queréis saber cómo se elabora una fórmula magistral, os dejamos un vídeo sobre cómo se pueden elaborar unas cápsulas:

 

 

Dispensación

Las FM y PO se deben dispensar en envases adecuados a su naturaleza y al uso al que estén destinados. En la dispensación, el producto debe ir acompañado de información, constituida por los datos que figuren en la etiqueta y por los que se incluyan en el prospecto, que deberán ser conformes al contenido de las “recetas” del Formulario Nacional.

En el acto de la dispensación, el farmacéutico debe proporcionar al paciente la información de manera oral y escrita. Esta información debe garantizar la correcta identificación de la fórmula, su conservación y utilización, así como el adecuado cumplimiento del tratamiento.

 

¿Qué hemos aprendido?

  1. Una fórmula magistral es un medicamento elaborado que requiere una prescripción médica y que va destinado a un paciente específico.
  2. Por el contrario, un preparado oficinal puede ser elaborado de stock y no requerir receta médica.
  3. Ambas preparaciones han de ser elaboradas por un farmacéutico o bajo su supervisión para cumplir con todos los requisitos de calidad necesarios.

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies