Curso e-Druida

Inma Beltrán García

 

En los últimos años, los medicamentos tradicionales a base de plantas (MTP) están volviendo a cobrar protagonismo, ya no solo por su uso tradicional en determinadas indicaciones, como por ejemplo la famosa Hierba de San Juan para reducir el estrés, sino por la moda de tomar productos lo más “naturales” posibles.

 

 

Aunque se ha creado la falsa creencia de que lo natural es más sano, hay que tener precaución ya que no dejan de ser principios activos (componentes que realizan algún cambio en el organismo). Pese a que los MTP se venden sin receta, como medicamentos que son, están sujetos a la regulación de las autoridades sanitarias.

Este documento recoge la definición de lo que se considera un MTP: «toda sustancia o combinación de sustancias que se presente como poseedora de propiedades para el tratamiento o prevención de enfermedades en seres humanos o que pueda usarse en seres humanos o administrarse a seres humanos con el fin de restaurar, corregir o modificar las funciones fisiológicas ejerciendo una acción farmacológica, inmunológica o metabólica, o de establecer un diagnóstico médico».

Pese a la amplitud de sustancias que puede englobar esta definición, la AEMPS (Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios) considera medicamentos sólo a aquellos que superen los estándares de calidad, eficacia, seguridad e información que se exige a los medicamentos.

 

 

Este tipo de producto sólo se pueden producir y comercializar por los laboratorios fabricantes autorizados por la AEMPS.

Una misma planta puede poseer una clasificación distinta según el registro dado: complemento alimenticio, infusión, cosmético o medicamento. En los primeros casos es de venta libre en cualquier establecimiento mientras que si se trata de un medicamento cuya indicación es de salud se dispensa en una oficina de farmacia (las farmacias de la calle).

En los temas anteriores estudiamos dos tipos de interacciones: medicamento-medicamento y alimento-medicamento. Ambos tipos pueden llegar a ser importantes causando una disminución del efecto esperado o mayor probabilidad de reacciones adversas por lo que es imprescindible saber identificarlas. En este caso si pensamos que los MTP son medicamentos, fácilmente deducimos que también pueden presentar interacciones.

Cuando acuda a algún centro sanitario por cualquier consulta, intuición de reacción adversa, urgencia o empeoramiento brusco de la enfermedad, será importante informar al personal sanitario que le atienda de la medicación que toma, junto con la fitoterapia o plantas medicinales que tome, ya que al no precisar de receta no hay constancia de su administración y podría estar involucrado en proceso patológico.

En la siguiente tabla se recogen los productos más propensos a interaccionar (en mayúsculas el más frecuente):

 

HIERBAS	PRINCIPIOS ACTIVOS
Hipérico	Warfarina
Ginkgo	Insulina
Kava kava	Aspirina
Digitalis	Digoxina
Sauce (Salix spp)	Ticlopidina
Ginseng	Teofilina
Astragalis	Ciclosporina
Regaliz	Heparina
Serenoa repens	Espirinolactona
Ajo	Tamoxifeno y otros

 

Los efectos clínicos de las interacciones dependen del paciente (edad, genética, género, enfermedades de base, función renal y hepática, dieta), de la planta medicinal (especie, parte de la planta, control de calidad del producto, dosis y duración de uso) y del medicamento concomitante (dosis, farmacocinética, farmacodinamia y posología). Por todo ello, existe cierta variabilidad y dificultad a la hora de detectar la interacción si no se da a conocer al personal sanitario de su ingesta.

 

Hipérico, hierba de San Juan o Hypericum perforatum

 

 

La hiperacina, el principio activo del Hipérico, se utiliza con fines antidepresivos, pero además actúa como inductor, es decir, es una sustancia que contribuye a que otros fármacos se eliminen más rápidamente del organismo, dando lugar a un menor efecto del que deberían aportar.

Algunos de los medicamentos con los que interacciona son:

• Anticoagulantes como Sintrom® (acenocumarol) y Aldocumar® (warfarina)
• Algunos fármacos para tratar el VIH (inhibidores de la transcriptasa inversa como zidovudina y efavirenz, y de la proteasa como ritonavir)
• Digoxina
• Inmunosupresores como ciclosporina, micofenolato o tacrolimus
• Antiepilépticos
• Anticonceptivos orales
• Teofilina
• Antidepresivos como imipramina y amitriptilina
• Antineoplásicos como irinotecán

 

Además, puede potenciar el efecto sedante de los depresores del sistema nervioso central, como el alcohol y los antihistamínicos-H1.

Por tanto, aunque no se trate de una sustancia sintética no es inocua. Lo natural no trae siempre consecuencias beneficiosas, por lo que conocer cómo funciona esa sustancia en el organismo es clave.

Aunque la Hierba de San Juan es el ejemplo más conocido, se puede consultar desde una fuente fiable las interacciones que presentan los productos naturales más utilizados desde la pagina drugs.com/npc.

 

 

Una vez escogido el producto natural que deseas consultar, en una de las pestañas superiores “Interactions” aparecen los medicamentos que sufren algún tipo de interacción con dicho principio activo, y además clasifica según una escala de gravedad mediante puntos de colores (rojo, naranja, amarillo o gris) con en su correspondiente significado indicado en la leyenda.