Curso e-Druida

María Centelles Oria

 

El agua, ¿qué seríamos sin ella?. Constituye el principal componente del cuerpo humano. Las personas somos un 70% de agua, es decir, 2/3 de nuestro organismo está compuesto por agua, por lo que no es de extrañar que sea la principal sustancia para que tengan lugar todos los procesos vitales. 

 

 

Entre las funciones del agua se encuentran: 

• Facilita la absorción de nutrientes esenciales.
• Facilita la digestión y previene el estreñimiento.
• Participa en el transporte de nutrientes y oxígeno a todo el organismo.
• Regula el equilibrio electrolítico.
• Protege y amortigua los órganos vitales.
• Ayuda en la regeneración y aporta elasticidad a la piel.
• Regula la temperatura corporal.
• Permite el funcionamiento normal de los riñones y favoreciendo la diuresis ayuda a eliminar los productos de desecho del organismo.

 

¿Cuál es la ingesta diaria de agua recomendada?

Se recomienda beber de 8 a 10 vasos de agua al día, o lo que es lo mismo de 1,5 a 2 litros diarios. Aunque las necesidades de cada persona varían con el sexo, el peso, el metabolismo, la temperatura ambiente…

La hidratación en la toma de medicamentos

De la misma manera en la que el agua participa en las funciones vitales, lo hace en todos los procesos relacionados con la toma de medicamentos.

La distribución de los medicamentos en el organismo se define como el proceso de transferencia del fármaco desde la sangre a los órganos, fluidos y tejidos corporales.

Los estudios de biodisponibilidad de los medicamentos, tienen en cuenta la presencia de agua en el cuerpo humano para la distribución de los fármacos. Si se produce variación en la cantidad de agua, se modifica el flujo sanguíneo a los diferentes tejidos, se altera la permeabilidad de membranas biológicas o se provocan cambios en la relación de volúmenes entre los distintos componentes acuosos y no acuosos del organismo. Es decir: una variación de la cantidad de agua en el organismo define si llega el fármaco al lugar de acción y en qué condiciones lo hace. 

Además de la cantidad de agua presente en el organismo antes de la toma del medicamento también es importante la cantidad de agua con la que se administra. La mayoría de los estudios contemplan que los medicamentos administrados por vía oral se disuelvan o traguen con un volumen de agua de aproximadamente 250 mL, lo que equivale a un vaso. De esta manera se facilita el vaciado gástrico y se garantiza el paso al intestino, donde tiene lugar el proceso de absorción de casi todos los fármacos. 

Este volumen tiene especial relevancia en la administración de medicamentos lesivos en el tracto gastrointestinal como son los bifosfonatos (empleados en el tratamiento de la osteoporosis), que deben administrarse exclusivamente con agua para evitar interacciones y con una cantidad mínima (no menos de 200 mL) debido a que pueden producir irritación local de la mucosa de la parte superior del aparato digestivo.

 

 

La hidratación y disminución de efectos adversos de medicamentos

Toxicidad renal

Determinados fármacos pueden causar daño renal debido a que él o sus metabolitos precipiten en los túbulos renales y conduzcan a una insuficiencia renal aguda. Además del daño fisiológico, este hecho conlleva a potenciar la toxicidad de los medicamentos por alterar su metabolismo y excreción a nivel renal. 

Con una hidratación adecuada de base se puede disminuir e incluso llegar a evitar esta toxicidad. En algunos fármacos antineoplásicos como el cisplatino, es tan importante la hidratación para prevenir daño renal, que se recomienda mantener una adecuada hidratación de 2 a 12 horas antes de la administración y hasta un mínimo de seis horas después. 

 

Estreñimiento

Algunos fármacos como opiáceos, antieméticos o antineoplásicos, suelen producir estreñimiento. En estos casos, la ingesta abundante de líquidos se establece como medida higienico-dietética principal junto con otras pautas (dietas ricas en fibras y frutas y ejercicio físico ligero) para prevenirlo.

 

Diarrea

Entre las normas generales de tratamiento de la diarrea producida por distintos fármacos, por ejemplo los antibióticos, se incluyen medidas de soporte prevenir la deshidratación mediante una reposición hidroelectrolítica adecuada oral o intravenosa si fuera necesario.

 

La hidratación en la eliminación de medicamentos

La excreción de los fármacos o de sus metabolitos puede realizarse por diferentes vías: renal, biliar o glandular, pero por su importancia fisiológica, el riñón constituye la principal vía de excreción de medicamentos.

La acumulación renal de algunos fármacos tiene una gran implicación toxicológica, por lo que en muchas ocasiones se fuerza la eliminación por esta vía para evitar la toxicidad y efectos adversos relacionados. La manera de hacerlo es que el paciente beba grandes cantidades de líquidos durante 24 horas después de la administración del fármaco.

Por ejemplo, el metotrexato administrado a altas dosis para el tratamiento del osteosarcoma, con la finalidad de una rápida eliminación del fármaco y minimización de los efectos adversos, se recomienda vigilancia de la función renal, incluyendo una hidratación adecuada (3 litros/m2/24 horas de suero salino), alcalinización de la orina desde 12 horas antes hasta al menos 24 horas después de la infusión del fármaco, y valoración del metotrexato sérico y de la función renal.

 

Una ayuda para mantenerte bien hidratado

Para ayudarte a mantener la ingesta de agua recomendada existen varias aplicaciones para móviles entre las que destaca Aqualert. 

Aqualert hace una aproximación de la ingesta de agua adecuada para cada persona en función del peso, sexo, actividad física y tiene en cuenta incluso si el día es caluroso. 

Permite registrar los vasos que consumes diariamente y guardarlo para realizar un seguimiento continuado. También puedes configurarlo de manera que te avise mediante alertas si no has bebido suficiente. 

La aplicación es gratuita y disponible para smartphone en: http://aqualertapp.com  

El agua es buena, pero no te pases…

La potomanía o polidipsia psicógena  es un trastorno clínico definido por una sed excesiva que conlleva a una ingesta de fluidos que sobrepasa la capacidad de eliminación del riñón (12 litros al día). Se asocia comúnmente con otros trastornos adictivos y psiquiátricos. 

La complicación aguda más común y grave de la polidipsia es el desarrollo de hiponatremia. Sus manifestaciones clínicas son fundamentalmente neurológicas y su gravedad depende tanto del valor de la misma como de la rapidez de instauración. El tratamiento de la hiponatremia sintomática aguda constituye una urgencia vital dado que su mortalidad alcanza cifras de hasta el 15%.

La terapia ideal de la potomanía sería la reducción voluntaria de la ingesta de agua, sin embargo, a menudo falla debido al incumplimiento del paciente, quien sufre de sed y comportamiento compulsivo de beber.